La Escherichia coli NO es inofensiva


El contagio de E. coli ocurre principalmente a través de alimentos y agua contaminados, pero también puede transmitirse de persona a persona.

 


La Escherichia coli (E. coli) es una bacteria ampliamente conocida, tanto por su rol beneficioso en el intestino humano como por su capacidad de causar enfermedades graves en ciertas circunstancias. Se encuentra normalmente en el intestino de humanos y animales.

En la mayoría de los casos, cumple funciones beneficiosas, como ayudar en la digestión y la producción de algunas vitaminas esenciales, como la vitamina K. Sin embargo, existen ciertas cepas de E. coli que pueden causar enfermedades en humanos.

E. coli enterohemorrágica (EHEC): Puede producir toxinas que dañan el revestimiento del intestino, causando diarrea con sangre y, en casos graves, síndrome urémico hemolítico (SUH), que puede llevar a insuficiencia renal.

E. coli enterotoxigénica (ETEC): Principal causante de la diarrea del viajero.

E. coli enteroinvasiva (EIEC): Similar a la Shigella, puede causar diarrea con fiebre.

E. coli enteropatógena (EPEC): Afecta principalmente a niños pequeños, causando diarrea persistente.

E. coli enteroagregativa (EAEC): Asociada con diarrea crónica y desnutrición en niños.

El contagio de E. coli ocurre principalmente a través de alimentos y agua contaminados, pero también puede transmitirse de persona a persona. Las vías más comunes de transmisión incluyen el consumo de alimentos contaminados como carne cruda o mal cocida (especialmente carne de res), leche o productos lácteos no pasteurizados, frutas y vegetales que han estado en contacto con aguas contaminadas o sucias, el agua no potable y especialmente el contacto directo con personas infectadas, sobre todo si no se practican buenos hábitos de higiene, como lavarse las manos después de ir al baño. Otra forma de contagio es la exposición a animales infectados en granjas, zoológicos o ferias agrícolas.

Los síntomas dependen de la cepa y la gravedad de la infección. En general, incluyen diarrea (que puede ser acuosa o con sangre), dolores abdominales intensos, náuseas y vómitos y fiebre leve en algunos casos.

El diagnóstico de E. coli generalmente se realiza mediante pruebas de laboratorio, que incluyen análisis de heces y pruebas de sangre. El tratamiento depende de la gravedad de la infección y la cepa involucrada. En la mayoría de los casos, la infección se resuelve por sí sola en unos pocos días con medidas de soporte. Sin embargo, en situaciones graves se requieren intervenciones específicas.

La hidratación es el tratamiento más importante, puede realizarse con soluciones de rehidratación oral (SRO) o, en casos severos, por vía intravenosa. Los antibióticos generalmente no se recomiendan ya que pueden aumentar la liberación de toxinas y empeorar la condición. Los antidiarreicos como la loperamida deben evitarse ya que retrasan la eliminación de la bacteria.

La prevención es esencial para reducir el riesgo de infecciones. Lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño, antes de comer y después de tocar animales. Cocinar bien la carne, especialmente la carne molida. Lavar frutas y verduras antes de consumirlas. Evitar el consumo de leche y productos lácteos no pasteurizados. Consumir agua potable o tratada. Evitar contacto con personas infectadas.

Es crucial buscar atención médica si se presentan los siguientes síntomas: diarrea persistente o con sangre, dolor abdominal severo, signos de deshidratación como sequedad de boca, mareos o disminución en la producción de orina, fiebre alta o síntomas neurológicos como confusión.

La E. coli es una bacteria que puede ser tanto una aliada en nuestro intestino como una amenaza cuando se adquieren cepas patógenas. Conocer cómo se contagia, identificar sus síntomas y adoptar medidas preventivas son pasos fundamentales para protegernos. En caso de enfermedad, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son esenciales para evitar complicaciones graves. Mantener buenos hábitos de higiene y seguridad alimentaria puede marcar la diferencia en la prevención de estas infecciones.


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